Una sección de mi página web está dedicada a la creación de artículos académicos, donde varios de ellos van a estar enfocados en el concepto de la dislexia, debido a que perseguimos el objetivo de esclarecer todo lo relacionado con este trastorno del neurodesarrollo. Un ejemplo de ello será el conocer qué es, cuántos tipos de dislexia existen, cuáles son los síntomas que la identifican, por qué ocurre o qué tratamientos existen.

¿Qué es la dislexia?

Comenzaremos definiendo el término de dislexia a fin de esclarecer las posibles dudas sobre este trastorno. La dislexia se define como una de las dificultades específicas del aprendizaje (DEA), por tanto, la consideramos a su vez como un trastorno producido en los procesos de la comunicación oral y escrita del lenguaje, es decir, es una anomalía en el proceso de aprendizaje de la lectura-escritura porque quienes la padecen presentan dificultades a la hora de leer e identificar la relación entre los sonidos del habla con las letras y palabras, aunque más adelante veremos más síntomas que nos lleven a pensar que una persona presenta dislexia, pues como podemos imaginar este trastorno no se centra únicamente en las dificultades que puede ocasionar la lectura o escritura.

La detección del trastorno puede ser diagnosticada a una edad más temprana o, por el contrario, a otra más tardía. Sin embargo, ante la existencia de sospecha o dudas acerca de la posibilidad de padecer dislexia, la recomendación será siempre consultar con un profesional especializado en psicología infantil y realizar una evaluación psicopedagógica que aporte más información.

¿Cuáles son las causas de la dislexia?

Existen diferentes causas relacionadas con este trastorno por las que los niños, adolescentes o adultos, pueden llegar a sufrir dislexia. Algunas de las causas de la dislexia son las siguientes:

  • Factores hereditarios
  • Nacimiento prematuro o con poco peso
  • Lesiones cerebrales
  • Problemas en la percepción visual
  • Baja conciencia fonológica, es decir, dificultad a la hora de establecer una relación entre sonido y grafía de las palabras o letras.

¿Cuáles son los síntomas de la dislexia?

La dislexia puede ser detectada tanto por los progenitores, como los educadores, para ello, es conveniente conocer algunas de las señales que nos pueden llevar a pensar que nuestros hijos o alumnos puedan padecer dislexia. Las señales más comunes y visibles de la dislexia en cada etapa del crecimiento o desarrollo son:

En niños y niñas muy pequeños, antes de la escolarización, podemos observar que:

  • Tardan más en empezar a hablar y aprenden palabras nuevas a un ritmo más lento del esperado.
  • En el momento de formar palabras tienden a invertir los sonidos o a confundir palabras que suenan de forma parecida.
  • Durante el aprendizaje de los primeros conceptos aparecen dificultades para recordar o decir el nombre de las letras, los números o los colores. Así como, para aprenderse las letras de las canciones infantiles o rimas.

Más tarde, durante la escolarización, presentan:

  • Un nivel de lectura muy por debajo del que se espera para su edad, en cuanto a velocidad y errores. Además, les cuesta procesar y comprender lo que escuchan o leen, necesitando más tiempo para ello. Así como para contestar correctamente a las preguntas que se le hagan o encontrar las palabras correctas a la hora de expresarse.
  • Dificultad a la hora de deletrear palabras o leer y pronunciar palabras desconocidas o pseudopalabras y dificultades para ver y escuchar similitudes y diferencias entre letras y palabras.
  • Problemas para recordar y ordenar secuencias temporales, a la hora de mantener la atención o de mantener y manipular la información mentalmente antes de dar una respuesta (memoria de trabajo).
  • Problemas en la lateralidad y en el equilibrio.

Durante la adolescencia y madurez, si no ha habido tratamiento previo, la dislexia se hace visible a través de:

  • Dificultad para escribir y leer, sin trabarse o sin cometer errores a un ritmo más rápido. En general, tardan más tiempo del habitual en completar tareas que conllevan leer o escribir. Al igual que deben emplear más tiempo para la comprensión de lo que leen lo que implica dificultades, por ejemplo, a la hora de realizar problemas matemáticos.
  • Problemas para la pronunciación de algunos nombres o palabras más largas, y para recordar palabras nuevas. Y se mantienen las dificultades para deletrear palabras, sobre todo, si éstas son largas.
  • Dificultad para resumir una historia y para aprender un idioma extranjero, especialmente aquellos en los que la escritura no se corresponde con la pronunciación, como por ejemplo, el inglés.

Una vez que conocemos los posibles síntomas de la dislexia debemos de tener presente que, aunque la dislexia no tiene cura, la evaluación e intervención tempranas producen los mejores resultados, y además el apoyo emocional juega un papel importante.

Tipos de dislexia

Tras leer todo lo anterior, quizás lo que te preguntes ahora es cuáles son los diferentes tipos de dislexia o cuántos tipos de dislexia existen. Vamos a ello.

Los tipos de dislexia se pueden agrupar en dos grupos con diferente carácter. El primer tipo de dislexia sería la de carácter adquirido, cuando ésta aparece a causa de una lesión cerebral concreta, y el segundo tipo sería de carácter evolutivo, donde no existe lesión cerebral concreta que la haya producido, y es la más frecuente en el ámbito escolar.

Por otro lado, los diferentes tipos de dislexia que existen, también se pueden clasificar en función de los síntomas predominantes. De modo que hablaremos de:

  • Dislexia  fonológica o indirecta cuando el niño hace una lectura global de la palabra y tiende a adivinar lo que pone en vez de leer, cometiendo errores incluso en palabras sencillas. La sensación desde fuera cuando les vemos es la de que se precipitan y no prestan atención. Los niños con este tipo de dislexia pueden leer las palabras muy familiares, pero les resulta más difícil leer palabras desconocidas, palabras largas e inventadas.
  • Dislexia superficial cuya alteración se encuentra en el funcionamiento visual. Aquí los niños que la padecen no tendrán problemas a la hora de leer palabras que se escriben como suenan, pero sí a la hora de leer palabras en las que la escritura y el sonido no coinciden. Igualmente, leerán a un ritmo más lento a medida que la longitud de las palabras aumente, cometiendo más errores.
  • Dislexia mixta o profunda, donde aparecen alterados ambos procesos de lectura, a nivel fonológico y a nivel visual, provocando dificultades de ambos tipos.

¿Cómo se diagnostica la dislexia?

A la hora de diagnosticar la dislexia, debemos de tener claro de que es una tarea compleja con la que se pretende conocer las causas de la misma, valorar e intervenir sobre los síntomas que ocasionan dificultades.

Lo primero que debes saber acerca de como se diagnostica la dislexia es la importancia de una detección precoz de los síntomas para lograr una mejor evolución del trastorno. Para ello, es necesario realizar una revisión médica que descarte o confirme otro tipo de lesiones o alteraciones neurológicas, visuales o auditivas asociadas que puedan estar ocasionando los síntomas de la dislexia. Para, posteriormente pasar a realizar una evaluación psicopedagógica completa que nos permita ver cuales son los síntomas de la dislexia, de qué tipo de dislexia se trata y cuál será el mejor tratamiento para la dislexia en cada caso, así como detectar que coexista con otros trastornos como el TDAH.

¿Cuál es el tratamiento de la dislexia?

En el artículo «Tratamiento de la dislexia» veremos el tratamiento más adecuado para la dislexia en profundidad, pero lo principal y más importante es una actuación temprana.

En cualquier caso, el tratamiento de la dislexia debe ir encaminado a una intervención sobre los procesos del lenguaje: lectura, escritura, comprensión y expresión oral y escrita e incluso sobre la grafía. Además, en la mayoría de los casos será conveniente intervenir e estimular los procesos de lateralidad, psicomotricidad y atencionales, así como proporcionar estrategias de memoria que les ayuden en el aprendizaje de los contenidos académicos.

 

 

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