La psicología infantil es una de las áreas en psicología que más casos recibe, pero aún así, es habitual que muchos no sepáis qué hace un psicólogo infantil, o qué los diferencia de los psicólogos que se especializan en otras áreas. En este artículo te explicaré qué hace un psicólogo infantil y por qué pueden ser de gran ayuda para nuestros niños y niñas.
¿Necesitamos un psicólogo infantil?
Los psicólogos infantiles son los encargados de mejorar la calidad de vida de nuestros niños y adolescentes, con respecto a cómo perciben su entorno, a cómo se comportan en él y a cómo interpretan las situaciones que les ocurren. En este caso, los psicólogos ayudamos a nuestros pequeños a construir una autoestima sana, a través de la formación de la personalidad y del manejo adecuado de las emociones. Además, brindamos herramientas, tanto a los pequeños como a los padres, para manejar situaciones complejas.
Del mismo modo, ayudamos a superar o tratar trastornos psicológicos o neurobiológicos cuando se presentan.
Funciones del psicólogo infantil
Veamos en detalle algunas de las funciones que a realizar por los psicólogos infantiles durante la actividad profesional:
Evaluaciones psicológicas enfocadas en los problemas infantiles
Cuando se trata de evaluar a los menores hay que considerar que sus problemas, sus entornos y necesidades son distintas a las de los adultos, y esto sin considerar que también tienen procesos cognitivos y psicológicos diferentes. Es por eso que los psicólogos infantiles manejan de forma distinta las evaluaciones psicológicas infantiles o evaluaciones psicopedagógicas.
Las técnicas usadas para la evaluación se basan en pruebas, test o herramientas psicométricas y suelen involucrar juegos, la actuación o incluso el dibujo, pues son acercamientos que les permiten evaluar al pequeño sin cansarlo, presionarlo o confundirlo. Podemos notar que no es la típica sesión de evaluación que un adulto tendría. Además, por lo general, en las evaluaciones psicopedagógicas y en las sesiones de psicología infantil, los tiempos de trabajo son menores, ya que los niños se cansan más rápido y tienden a distraerse.
Otro de los aspectos en los que se diferencia, es que requieren del apoyo de la familia y de los tutores escolares durante el tratamiento. Ya sea para que les aporten los datos de la historia del niño, o para que cumplan con el tratamiento y seguimiento.
Terapias grupales
Los psicólogos infantiles también llevan a cabo terapias grupales infantiles ya que pueden suponer un gran complemento a la terapia personal, en algunos casos. Se puede aplicar, por ejemplo, en adolescentes que sufren de bullying, adicciones y trastornos alimenticios. Y son especialmente útiles para el desarrollo y puesta en práctica de las habilidades sociales. Estas terapias ayudan a niños y jóvenes a desenvolverse en ambientes sociales, a desarrollar la empatía y resolver problemas, además de que resultan fuentes de motivación y de referencia social.
Terapias familiares
Los psicólogos infantiles también hacen sesiones de asesoramiento familiar, donde enseñan (tanto a padres como a tutores) a entender las necesidades de los niños y a cómo manejar las situaciones que se nos presenten con ellos.
Además, los psicólogos infantiles hacen énfasis en la proporción de habilidades de comunicación y de resolución de conflictos, sobre todo en el paso de la infancia a la adolescencia. Estrategias de gran utilidad, también, a la hora de detectar cuando los niños están siendo víctimas del bullying.
Orientación académica
Los psicólogos infantiles, también pueden ser de mucha ayuda en diferentes situaciones escolares, por ejemplo, en el momento de escoger un itinerario dentro del plan de estudios o a la hora de elegir un plan de preparación profesional, ya sea universitario o de formación profesional.
Por supuesto, como ya se ha comentado anteriormente, los psicólogos infantiles intervienen ante dificultades del neurodesarrollo, como por ejemplo: tdah, problemas de aprendizaje, dislexia, hiperactividad, disgrafía, discalcuia, problemas de lecto-escritura, altas capacidades, etc; cuando sufren de acoso escolar o cuando le tienen miedo a las interacciones sociales y les cuesta hacer amistades.
¿En qué situaciones debemos llevar a los niños al psicólogo infantil?
Hay varias circunstancias que se nos escapan de las manos y que se convierten en señales de que debemos buscar ayuda profesional. Algunas de estas señales son:
- Aparecen conductas agresivas u hostiles sin explicación alguna.
- Notarlos intranquilos y que tengan dificultades para concentrarse en una sola tarea.
- Presentan problemas y dolores físicos sin ninguna causa médica.
- Tienen repetidos episodios de tristeza y de llanto.
- Manifiestan retrasos en los hitos del desarrollo, del habla o del lenguaje.
- Tienen miedo a las interacciones sociales.
- Manifiestan desinterés en las actividades que antes solían disfrutar.
- Situaciones familiares intensas como la muerte de un ser querido, cambio de hogar o divorcio de los padres.
- Cuando existe sospecha de algún trastorno o dificultades específicas sobre las que necesitas saber más, en este caso lo ideal es realizar una evaluación psicopedagógica.
Los psicólogos infantiles son de gran ayuda para mejorar la salud integral de los niños, porque les brindan numerosas herramientas para mejorar la convivencia en la escuela, en el hogar y en la sociedad. No debemos de dudar en llevar a nuestro pequeño si notamos que necesitamos ayuda profesional.
Psicóloga sanitaria especializada en neuropsicología. Cuento con amplia experiencia en evaluación e intervención infanto-juvenil, con familias y adultos con daño cerebral, trastornos del neurodesarrollo y dificultades socio-emocionales. Terapia Online y presencial en Madrid. ¡Contáctame si necesitas algo! Siempre respondo