La dislexia es un trastorno neurobiológico que afecta la comprensión de textos y la escritura. La mayoría de las veces, se descubre en la edad escolar, pues es cuando los niños se encuentran con la necesidad de realizar estas actividades. 

Si bien es cierto que todos los niños con dislexia se beneficiarán de una terapia infantil específica para el entrenamiento y mejora de sus dificultades, también es posible y conveniente extender a su casa lo que se trabaja en las sesiones de intervención y así obtener los mejores resultados.

Adoptar técnicas y hábitos de estudio puede ayudar a mejorar el rendimiento, los resultados y la autoestima de quienes lo sufren. Es por eso que en este artículo te propongo algunas técnicas de estudio para niños con dislexia y para cualquiera que lo necesite.

En cualquier caso, si necesitas más información específica sobre este trastorno, te recomiendo que, antes, eches un vistazo al artículo de mi blog «¿Qué es la dislexia? Síntomas, causas y tratamiento«.

Enfrentarse a un texto teniendo dislexia

A las niñas y  niños con dislexia les supone un sobreesfuerzo cada vez que tienen que ponerse delante de un texto, bien sea para comprenderlo y contestar unas preguntas, o bien para estudiarlo, de cara a un examen. Esa tarea que para otros niños es simplemente una más para los niños con dislexia se convierte en una fuente de agobio y necesitan emplear mucho más tiempo y esfuerzo.

De manera generalizada los niños y niñas con dislexia, a la hora de estudiar, se beneficiarán enormemente de:

  • Apoyo visual que acompañe al texto que deben descifrar. Ya sean imágenes relacionadas o, directamente vídeos, que hagan más amena la tarea de descifrar y comprender todo el contenido de una, dos, tres o cuatro hojas por las dos caras. Acompañándolo de imágenes o vídeos, no solo facilitaremos la tarea, si no que conseguiremos una fijación mayor del material (serán capaces de memorizarlo mejor y por más tiempo), reduciremos el tiempo de aprendizaje (al aligerar la tarea podrán memorizarlo y asociarlo empleando menos tiempo que cuando es todo texto y  les supone mayor esfuerzo); y fomentaremos la motivación por el aprendizaje y el estudio de cosas nuevas.
  • Fragmentar los textos en pequeños párrafos o frases. Esto es, simplificar al máximo el contenido e ir «traduciendo» frase a frase, aprendiendo todo el vocabulario nuevo para, finalmente, integrarlo en todo el conjunto del texto para poder extraer la idea principal y relacionarla con contenidos previos.
  • Utilizar ejemplos del día a día a los que se pueda aplicar toda la información nueva que están adquiriendo. Si en el momento de estudiar, ya durante la primera lectura, podéis ir relacionando lo que lee con conocimientos previos ya adquiridos o con ejemplos  a los que él pueda recurrir, ver o imaginar, le resultará mucho más fácil, interesante, útil y entretenido aprenderse todo ello.

Además, es conveniente aplica los siguientes pasos básicos y esenciales de las técnicas de estudio para niños con dislexia, que les facilitarán la tarea.

Paso 1: Comprensión del tema

Al analizar el tema de un texto, será más efectivo dividir el texto en dos lecturas: una lectura preliminar y una lectura comprensiva. 

En la lectura preliminar, la idea es que los niños y niñas hagan una lectura rápida del texto para que se familiaricen con el tema. En caso de que la lectura resulte muy complicada o no se tenga demasiado tiempo, una buena opción, en caso de que tengamos el material de estudio en formato digital, es usar conversores de voz como Vozme. Este tipo de conversores son sistemas que convierten textos en reproducciones de audio y que permiten analizar el texto escuchándolo en lugar de leyéndolo.

Luego, se debe hacer una lectura comprensiva, donde se busca reflexionar acerca de lo que se está leyendo e identificar las ideas principales y resaltarlas. Durante la realización de esta lectura, nos puede ayudar lo siguiente:

Técnicas de subrayado

El subrayado ayuda mucho para destacar lo más importante en el texto y facilita la localización de las ideas principales, a la hora de repasar. Algunos trucos para subrayar de forma eficiente son:

  • Subrayar solo las ideas principales y las palabras claves. Hay que evitar subrayar párrafos enteros y más bien acostumbrar a los niños a resaltar las oraciones, o incluso solo las palabras, con las que puedan englobar la idea principal del párrafo.
  • Emplear códigos de color. Esto consiste  en asignar colores específicos a cada concepto en función de su relevancia, lo que ayuda a organizar y recordar mejor la información que se resalta, ya que emplearemos la memoria visual.
  • Enmarcar conceptos con cuadros también puede ayudar a localizarlos y recordarlos mejor.

Paso 2: Organización de la información

Esta es una habilidad clave, debido a que organizar lo leído ayuda a establecer patrones en el tema, afianza el conocimiento y activa la memoria visual de los niños, que es una de las fortalezas a desarrollar cuando tenemos dislexia

Para organizar de manera sencilla y eficiente la información, se recomienda hacer esquemas o mapas mentales con las ideas que resaltamos al hacer la lectura comprensiva. Es mejor seguir el mismo código de color con el que se subrayó cada tema y de esta manera poder hacer rápidas asociaciones visuales.

Finalmente, también se aconseja resaltar palabras claves colocándolas en mayúsculas para enfatizar su importancia.

Paso 3: Memorización

Por último, solo queda memorizar los temas aprendidos. Algunas técnicas que ayudan a activar la memoria auditiva son las siguientes:

  • La técnica Feynman: consiste en explicar lo que se está estudiando a otra persona o a uno mismo. Es necesario entender algo para poder explicárselo a alguien más, por lo que esta técnica ayuda a analizar lo aprendido, a recordar lo que se ha olvidado e identificar los conceptos que aún no se dominan. 
  • Practicar con reglas mnemotécnicas. Son los trucos que nos han enseñado, en los que se trata de asociar lo estudiado inventando historias (cuanto más surrealistas mejor) o palabras con las ideas que se desean memorizar.
  • Grabarse a uno mismo explicando el tema y escucharlo nuevamente. 

Para alcanzar estos objetivos con mayor éxito, se recomienda acompañarlos con la elección fija de un lugar de estudio, que siempre se encuentre iluminado y ordenado (cuantos menos estímulos innecesarios delante, mejor). 

Períodos de descanso en el estudio de niños con dislexia

Por otro lado, los tiempos de estudio no deben extenderse demasiado tiempo sin realizar ninguna pausa, porque las actividades de lectura y escritura suelen fatigar a los niños con dislexia, lo que ocasiona que pierdan la concentración, que se frustren y que, pronto, tiendan a rendirse y evitarlas. Es por esto que es importante establecer periodos de estudio y de descanso. 

Una de las técnicas más utilizadas para esto es la técnica Pomodoro. El objetivo es enfocarse durante 25 minutos seguidos y luego tomar un descanso de 5 minutos. A estos periodos de tiempo se les llama «pomodoros» y después de hacer 4 pomodoros se debe tomar un descanso de al menos media hora. 

Siguiendo estas técnicas de estudio podemos ayudar a nuestros niños a mitigar los efectos de sus dificultades cognitivas y guiarlos para planificarse mejor y favorecer su autonomía, todo conservando el mejor entusiasmo posible.

Si te quedan dudas sobre qué otras técnicas poder aplicar o necesitas información para realizar una evaluación psicopedagógica que te de más información acerca del tipo de dislexia de tu niño o niña, no dudes en escribirme. Estaré encantada de contestar a tus preguntas.

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